Elaborar una tesis doctoral es enfrentarse a un trabajo largo, complejo y lleno de protocolos. El mundo académico exige que las tesis impresas sean homogéneas y, por tanto, el investigador debe tener muchas cosas en cuenta: tipografía, diseño de página, formulación de bibliografía, estructura…
Una de las piezas que no puede faltar en ningún trabajo académico de esta categoría es la llamada declaración de tesis. Por eso, antes de maquetar e imprimir una tesis con nosotros, te recordamos qué es y cómo formularla evitando errores.
Qué es una declaración de tesis y por qué es importante
La declaración de tesis es, en cierta manera, la expresión escrita de la idea que ha propiciado una investigación. En pocas palabras, el autor o autora del trabajo explica, en el inicio del texto, su hipótesis principal, así como las preguntas a las que se tratará de responder en el desarrollo del trabajo académico.
Muchos doctorandos no tienen conciencia de lo importante que es una declaración de tesis para su trabajo: no solo resume el texto y las intenciones del investigador; también sirve para entender la base de todo el trabajo, así como las intenciones del mismo.
De esta manera, el tribunal puede realizar una lectura más objetiva y crítica del trabajo.
Consejos para redactar la declaración de una tesis doctoral
Como todo lo que se pone negro sobre blanco en una tesis doctoral, existen algunas pautas que ayudan a entender cómo hacer una declaración de tesis conforme a la costumbre. Estas son las principales:
Ser claro y conciso
La brevedad es esencial en este caso. La declaración de tesis ideal solo tiene una frase, aunque se puede extender hasta un párrafo de tamaño corto. El objetivo es que en apenas unos segundos un lector pueda entender qué aborda el texto que tiene ante los ojos.
Centrar el objetivo
No se puede escribir una declaración de tesis de manera improvisada, sin pensar muy bien hacia dónde se va. Por eso, es importante fijar el objetivo de manera previa y escribir en esa dirección.
Defender la premisa
El autor debe ser firme en sus exposiciones, posicionarse claramente a favor o en contra de una premisa y explicar al lector qué se pretende probar y cómo se va a llevar a cabo la investigación.
Ubicación
La declaración de tesis se coloca siempre en la introducción del documento, en el primer párrafo, si es que esto es posible.
Algunos autores deciden ubicarla un poco más adelante, siempre dentro de la introducción, tras hablar de los antecedentes y el estado de la cuestión.
Errores comunes y cómo evitarlos
Aunque seguir los consejos anteriores es más que suficiente para construir una declaración de tesis sólida y válida, es conveniente conocer dos de los errores más comunes y cómo evitarlos.
Ofrecer explicaciones vagas
Muchos estudiantes de doctorado redactan una declaración vaga, en la que no queda claro qué se va a hacer y en la que se apuesta por generalidades. Esta no es una buena idea, pues no resultará ni atractiva ni válida para el tribunal.
Para solucionarlo, se recomienda redactar la introducción de la tesis y, por tanto, la declaración de la misma, al finalizar. De este modo, el doctorando tiene una idea completa de su trabajo y podrá apuntar más fino hacia su objetivo.
Demasiado desarrollo
No es recomendable alargarse en la declaración de la tesis. Para evitarlo, repasa una y otra vez el texto antes de enviarlo a imprimir; podrás ir limando el párrafo hasta dejarlo en una sola frase o dos.
Narrar hechos
La declaración de tesis no puede narrar hechos objetivos, sino afirmaciones discutibles que van a ser objeto de la investigación. De nuevo, tener el trabajo finalizado y claras las conclusiones ayudará en este punto.
Con estos consejos, escribir una correcta declaración de tesis es algo más que posible. Después, solo te quedará pedirnos ayuda para maquetarla y convertirla en realidad.