Conoce más técnicas de estudio: el método Pascal

Las técnicas de estudio ayudan a aprovechar mejor el tiempo y reducir los niveles de estrés a la hora de defender un proyecto o una tesis frente a un tribunal. En general, se pueden aplicar desde la escuela hasta la universidad o de cara a preparar unas oposiciones, como sucede con las reglas mnemotécnicas y con el método Pascal.

Es posible que asocies el método Pascal de técnicas de estudio a la enseñanza primaria y secundaria porque es en esa franja de edades estudiantiles donde se ha hecho popular; sin embargo, puede ayudarte y mucho con la preparación y defensa de tu tesis.

¿Qué es el método Pascal?

El método Pascal es un conjunto de técnicas de estudio y algo más desarrolladas por José Pascual hace más de 40 años. En palabras de su creador, este método permite «aprender a aprender» y se ocupa tanto de técnicas de estudio propiamente dichas como de la planificación del calendario a seguir.

Muy apreciado entre los estudiantes de primaria y secundaria por permitir resultados eficaces con sesiones de en torno a 90 minutos de estudio diario, es evidente que un universitario y un posgraduado necesitarán realizar modificaciones en el tiempo por sesión, lo mismo que sucede con los opositores.

Nuestro consejo es que repitas varias sesiones de 90 o 120 minutos, con un descanso de al menos 15 minutos entre ambas. De esta manera, puedes iterar el proceso las veces que necesites al día, por lo general 4 o 5, alguna más los días previos a la defensa de tu tesis.

Podemos considerar el método Pascal adaptado a estudios superiores como una herramienta más para quienes preparan un TFG o una tesis doctoral.

Técnicas de estudio del método Pascal

Si has llegado a cursar un doctorado, no hay duda de que sabes cómo estudiar. Sin embargo, el método Pascal busca optimizar el tiempo, y eso nunca viene mal, sobre todo cuando preparas una tesis. Por ello, te sugerimos que pruebes a hacer todos los pasos y, si tras unos días compruebas que tú no necesitas alguno de ellos, puedes suprimirlo.

Lectura inicial

Aunque hay asignaturas donde comienzas a estudiar con la materia vista recientemente, te recomendamos hacer siempre una lectura previa de toma de contacto.

En el caso de demostraciones matemáticas, la lectura previa se podría acelerar leyendo solo los pasos seguidos para hacer la demostración.

Lectura comprensiva

Mínimo una vez. Es la lectura lenta, la de textos densos en los que muchas veces precisas volver a atrás y releer. Cuando hablamos de razonamientos complejos o, sencillamente, estamos con jornadas de estudio de más de 8 horas diarias, es normal necesitar llevar a cabo esta lectura más de una vez.

Subrayado jerárquico

Utilizando dos o tres colores diferentes, pero siempre del mismo modo: un color para el dato a retener, otro para la línea o el paso donde es fácil confundirse y otro color adicional para lo que consideres que tú necesitas tener claro con un simple vistazo.

Por favor, no caigas en la tentación de subrayarlo casi todo, tan habitual entre estudiantes universitarios, porque no estás señalando qué necesitas memorizar, sino acelerando el proceso de repaso.

Resumen y esquemas

Esto es lo de siempre, un paso adicional a la hora de repasar y una ayuda para que, mientras escribes, se vaya fijando la información en tu memoria.

Mnemotecnia

El método Pascal incluye, cómo no, la mnemotecnia, es decir, las asociaciones de conceptos que nos ayudan a memorizar mejor los datos.

Repaso

Donde no necesitas volver a leerlo todo, sino que vas a emplear el material que ha resultado del subrayado jerárquico y de los resúmenes o esquemas.

Autoevaluación

Importante para saber si has retenido bien o no la información que necesitas memorizar. Insistimos en que hay materias en las que no es frecuente lograr el estudio con una única pasada.

El método Pascal, aunque creado para niños y adolescentes, es aplicable a los estudios superiores, la preparación de oposiciones y, cómo no, a la preparación de la defensa de una tesis doctoral. Para ello, basta con realizar varias sesiones de estudio al día en lugar de una o dos y, eso siempre, seguir al pie de la letra tu calendario de estudio, que en el caso de una tesis doctoral debe contar con varios días libres para imprevistos.