La revisión sistemática en trabajos de investigación científica es lo deseable, aunque implica un trabajo importante. Antes de la digitalización de buena parte del material académico, no se exigía este paso por la dificultad adicional que supone revisar toda la literatura existente y relevante sobre el tema de una tesis, pero cada vez es más común verla como un apartado más de la misma.
Vamos a ver, por tanto, qué es una revisión sistemática, cuáles son sus objetivos y cómo aplicar esta metodología en la elaboración de una tesis doctoral en la que lleves a cabo una investigación científica. En los ensayos clínicos, cada vez es más común exigir que las publicaciones vayan acompañadas de revisiones sistemáticas o, si tienen cierta antigüedad, encargarle a otro investigador esta tarea.
Qué es una revisión sistemática y cuáles son sus objetivos
Una revisión sistemática es un artículo de síntesis de la evidencia disponible, en el que realizas una revisión de aspectos cuantitativos y/o cualitativos de estudios originales.
El objetivo principal es contestar a una pregunta de investigación mediante un proceso sistemático y explícito para identificar, seleccionar y evaluar críticamente la investigación relevante.
Otros objetivos de las revisiones sistemáticas aplicadas a un trabajo de investigación pueden ser:
- Sintetizar la información científica disponible y el estado del arte.
- Incrementar la validez de las conclusiones de estudios individuales o de los realizados hace tiempo.
- Identificar áreas de incertidumbre, donde convendría realizar una investigación.
Las revisiones sistemáticas pueden ser cuantitativas (la opción ideal), cualitativas o mixtas.
Cómo aplicar una revisión sistemática en tu tesis doctoral
Si eres estudiante de grado o postgrado en una ciencia biosanitaria, te conviene irte familiarizando con la investigación y su revisión sistémica para que su posible exigencia no suponga un escollo en la elaboración de tu tesis doctoral.
Sin embargo, puedes verte en la obligación de hacer una revisión sistemática como parte de tu trabajo como profesor universitario. Por suerte, la metodología siempre se puede adaptar a un algoritmo, que vamos a resumir:
- Formulación de la pregunta de investigación.
- Establecimiento de los criterios de inclusión: metodología del estudio, participantes, intervenciones, comparaciones a estudiar y medidas de resultado. La correcta definición de estos criterios facilitará el resto del proceso.
- Búsqueda de estudios en la literatura científica mediante una estrategia, con la lectura del título o el abstract y/o revisando el artículo completo entre aquellos que reúnen tus criterios de selección. Estos estudios seleccionados serán los que compongan tu revisión.
- Extraer los datos necesarios y evaluarlos tanto cualitativa como cuantitativamente, si nos ponemos en el caso más complejo: la revisión sistemática cuantitativa de una investigación previa.
- Cuando exista homogeneidad entre los estudios incluidos, y al menos dos de ellos presenten datos razonablemente combinables, lleva a cabo un análisis cuantitativo denominado metaanálisis. Ya existen programas informáticos que pueden ayudarte con esta tarea y arrojar resultados visualmente sencillos de interpretar.
- Interpretación, ahora sí, de los resultados obtenidos y conclusiones finales.
La revisión sistemática es cada vez más una exigencia, en especial en ciencias biosanitarias. El hecho de disponer ya de buena parte de los contenidos académicos y publicaciones en revistas especializadas en formato digital, accesibles desde cualquier lugar del mundo, permite aplicar este proceso en proyectos de investigación actuales y antiguos. Puedes utilizar programas informáticos específicos que ayudan a la hora de comparar cuantitativamente estudios homologables.
No siempre será una exigencia de tu tesis, pero cada vez lo veremos más. Incluso, si trabajas como profesor en una universidad, pueden encargarte llevar a cabo una revisión sistémica de la tesis de otro doctor, no solo de los doctorandos de quienes eres tutor.