Los objetivos en una tesis son, por así decirlo, las metas del proyecto de investigación que culmina con la entrega y defensa de la tesis doctoral. Toda tesis, inductiva o deductiva, posee un fin, se lleva a cabo para algo más que por el placer del conocimiento o para optar a ser profesor universitario en España. Por supuesto que estos ejemplos también son fines u objetivos, pero no entran dentro de lo que se entiende como objetivos en una investigación conforme el método científico.
Dejando la semántica a un lado y centrándonos en la jerga académica, toda tesis doctoral debe tener un objetivo general, en ocasiones dos, y varios objetivos específicos, que dependen directamente del general. Aparecen en su propio apartado dentro de la tesis y sirven para poder evaluar el grado de éxito al intentar dar solución al problema planteado.
Por qué debes tener claros los objetivos de tu tesis
Definir con precisión los objetivos de un proyecto de investigación ayuda a medir el grado de éxito, en efecto, aunque lo más importante es que sirve de guía para orientar el modo de ir procediendo. Al plantearlos, podemos saber si hemos de realizar un tipo de recogida de datos u otro.
Además, hemos de tener en cuenta que no siempre se alcanzan los objetivos de una investigación, sobre todo en el caso de los específicos, y eso no supone que se haya realizado de forma errónea o una peor calificación.
El método científico es así, y toda deducción suma si se sabe interpretar correctamente.
Objetivos de una tesis doctoral
Lo habitual en tesis doctorales de cierta complejidad es definir los objetivos de la investigación generales y específicos, de tal forma que los segundos ayuden a comprender el porqué de los pasos dados persiguiendo los primeros.
Aunque tengan alguna ventaja adicional, los objetivos específicos están definidos en gran parte por el objetivo general del que dependen, de ahí la importancia de definirlos bien y con precisión.
En cuanto a la presentación, esta parte esencial de toda tesis doctoral cuenta con sus propias reglas gramaticales y, pese a lo complejo, requiere de una redacción escueta. El tema se irá desarrollando más adelante.
Vamos a verlo con unos ejemplos.
Objetivo general y ejemplos
El objetivo general es el propósito de la investigación y suele ser solo uno por cada tesis.
Si el objetivo general de una tesis es proponer una vía de obtención y purificación de un metal valioso X de una manera menos contaminante, seremos demasiado laxos con la definición. ¿Se supone que cualquier mejora, por mínima que sea, es un éxito o hay resultados más loables que otros?
Es mejor definir ese mismo objetivo general con un valor numérico, por ejemplo, reducir la DBO y la DQO en un mínimo de un 30 %, sin aumento de la huella general ecológica con respecto al procedimiento utilizado hasta ahora.
Objetivos específicos y ejemplos
Los objetivos específicos precisan y delimitan lo que se va a investigar, y suelen presentarse de un modo secuencial. Afectan a los procesos y no al fin último.
Siguiendo con el ejemplo del método alternativo para obtener un determinado metal, objetivos específicos podrían ser:
- Aprovechando fuentes de energía renovables disponibles en la región donde se instalen las plantas químicas y comparando con el rendimiento del proceso habitual si se llevara a cabo en esas mismas regiones, con las mismas ventajas o explicando por qué no se puede llevar a cabo el procedimiento habitual en la región alternativa y el de tu tesis sí.
- Cambiando el catalizador habitual por otro concreto o por una lista limitada (no es viable probar el proceso con 100 catalizadores diferentes, sobre todo sabiendo que algunos no pueden unirse de manera eficaz con el sustrato).
Definir los objetivos en una tesis requiere parar y pensar. A mayor conocimiento de la materia y del problema que deseas resolver, más atinado podrás estar en esta etapa. Los objetivos generales suelen ser unitarios y son el propósito de la investigación, mientras que los objetivos específicos dependen de uno general y van acotando cómo será.