Las conclusiones de un TFG, un TFM o una tesis pueden ser otro punto más donde te bloquees o, por el contrario, el apartado donde puedes pecar de exceso de confianza. Es común confundir las conclusiones con los resultados de tu trabajo, así como no tener claro por qué necesita este apartado un trabajo académico, a quién debes dirigirlas y cuál debe ser su estilo de redacción.
Vamos a ver estos puntos con cierto detalle porque, una vez que los tengas claros, sabrás cómo escribir las conclusiones de un TFG o una tesis doctoral sin miedo a ese bloqueo del escritor tan común en estos trabajos.
Por qué es importante tener una buena conclusión
Piensa que tu tesis o TFG debe tener dos propósitos. Uno de ellos es comunicar cómo ha sido tu trabajo o investigación, para probar tu valía como doctor o licenciado, pero otro es aportar algo al saber colectivo, y hacerlo de manera que la lectura sea fluida en lugar de pesada.
Las conclusiones de un TFG o de una tesis son necesarias para ofrecerle un cierre al lector, bien sea el profesor que vaya a evaluar tu trabajo o algún estudiante en busca de fuentes o respuestas.
Es algo que escribes para quien vaya a leerte y no para ti, y no deben decir lo mismo que los resultados de tu investigación, aunque sí podrías incluir algún dato relevante de los resultados en este apartado.
Una forma de entender cómo hacer las conclusiones de un TFG es leer el trabajo de otros compañeros. Las conclusiones deben ser como un resumen breve que resalte lo relevante del trabajo. Con ellas, hablarás de qué has demostrado con tu investigación, sobre todo en relación con tu hipótesis principal, y también debes incluir aquellas cuestiones que no has podido aclarar. Se supone que otro estudiante, en un futuro, podrá partir de tu trabajo y dar respuesta a eso que hoy no ha sido posible responder.
Cuál es la extensión correcta de una conclusión
Siempre que no abandones la buena redacción académica y respetes el estilo directo y conciso, la extensión de las conclusiones de un TFG será la que necesites para tu trabajo concreto.
Lo habitual cuando hablamos sobre cómo hacer la conclusión de un TFG es oscilar entre las 2 y las 4 páginas. No obstante, si puedes resumir tus conclusiones del TFG en una página sin perder información necesaria, no lo dudes: menos es más.
Cómo hacer las conclusiones de un TFG, TFM o tesis
Deja descansar tu mente
Realiza una lectura de todo el TFG y después deja un día en blanco sin dedicarle nada de tiempo. Esto te puede ayudar mucho en el cambio de enfoque para redactar las conclusiones de forma correcta.
No resumas: sintetiza
En un resumen acortas el contenido, pero en una síntesis incluyes brevemente el análisis del autor, en este caso tú. Un análisis objetivo, crítico, pero breve, que ayude a entender las ideas principales del trabajo.
Aporta tu visión global sobre tu trabajo
Esto es complicado, porque debes hacerlo sin entrar en valoraciones personales. Repasa esta parte varias veces y, si dudas, fíjate en otros TFG ya publicados y que hayan obtenido buena nota.
Redactar las conclusiones de un TFG o una tesis es tarea fácil para algunos y un campo minado para otros. Los puntos en los que suelen fallar los estudiantes con poca experiencia son la redacción —que pueden hacerla larga en exceso—, realizar un resumen en lugar de una síntesis y, sobre todo, no ponerse en lugar del lector que tiene su primer contacto con tu trabajo.
Recuerda que escribes las conclusiones para los lectores, no para apoyar tu trabajo o su defensa. Eso sí, el tribunal da importancia a este apartado, por lo que es mejor hacerlo con la cabeza bien despejada si es tu primer trabajo académico de fin de carrera. Una vez aprendas cómo hacer las conclusiones de un TFG o de un trabajo de investigación, pasarás a redactarlas de manera casi automática siempre que lo necesites.