Cuando preparas una tesis doctoral, dependiendo del tema, puedes llegar a creer volverte loco. Una voz te dice “deberías estar trabajando en la tesis” a cada rato, incluso cuando te vas a dormir. Y en tus sueños no es extraño tener pesadillas con la defensa de la tesis doctoral.
Se trata de unos de los días más importantes de tu vida, tal vez el más importante de toda tu larga trayectoria como estudiante e investigador y es normal sentir sudores fríos al pensar en el discurso de defensa de la tesis doctoral, el tono a adoptar, el lenguaje no verbal, y un largo etcétera. Pero debes pensar que, si tu tutor te dice que te encuentras preparado para la presentación de la tesis, es porque lo estás. En caso contrario, no te animaría a presentarte en la fecha prevista.
Permítenos darte una serie de consejos para que puedas rebajar los niveles de ansiedad previos al gran día y exponer mejor la defensa de la tesis cuando llegue tu turno. Recuerda que deberás responder a algunas preguntas de los miembros del tribunal, pero su fin no es rechazar tu trabajo, sino garantizar que puede pasar a formar parte del saber colectivo.
7 consejos para preparar la defensa de tu tesis doctoral
No hagas presentaciones muy largas
Una de las normas en la exposición y defensa de las tesis doctorales es que deben hacerse de forma clara y concisa. Usa la jerga y tecnicismos que necesites sin caer en el abuso, y ten presente que vas a defender tu tesis ante gente de tu misma área de estudios. Por tanto, hay conceptos que se van a dar por sentados, con lo que la presentación se agilizará.
Tu tutor de proyecto te puede asesorar mejor, dado que lo más probable es que haya guiado a varios doctorandos antes que a ti.
No abuses de las diapositivas plagadas de texto
Un consejo para defender la tesis doctoral es apoyarse en la oratoria y no en la lectura. Es evidente que vas a contar con una serie de diapositivas y gráficos que necesitas para explicar los resultados de tu investigación y que es conveniente tener un pequeño guion en papel, solo para ti, por si los nervios te jugaran una mala pasada. Pero no te pongas a leer tu tesis porque no es lo que se espera de ti.
Practica en casa, con público
Primero con amigos o familiares, para que detecten si hablas muy rápido o si gesticulas en exceso. Después con compañeros de estudios, aunque no sean doctorandos o doctores, y, por último, pídele a tu tutor que te haga el favor de evaluar cómo defiendes tu tesis cuando ya has ido puliendo el estilo.
Controla la ansiedad desde meses antes
Deporte, un horario que deje tiempo a algo de ocio y vida social y dormir las horas necesarias. Ejercicios de relajación si los necesitas o música ambiental suave. Una escapada. Lo que sea, pero ve controlando tu nivel de ansiedad meses antes para no sufrir miedo escénico cuando se vaya acercando el día de la exposición.
Cuida tu aspecto, muéstrate aseado y confiado
La mayoría de los aspirantes a un doctorado defienden su tesis con un buen traje, de hombre o de mujer, aunque no es obligatorio. Lo que está claro es que no puedes ir con aspecto desaliñado.
Dependiendo de lo rigurosos que sean en tu universidad, puedes prescindir del uso de corbata o ir sin afeitar pero, por favor, repasa el pelo y la barba unos días antes. Pueden lucir largos, pero siempre cuidados.
Sobre la confianza, debes mostrarte seguro de que te desenvuelves bien en el campo en el que has realizado tu investigación. De no ser así, no habrías defendido tu tesis todavía, ¿verdad? A eso nos referimos con “confiado”, no a que creas saber más sobre el tema que los miembros del tribunal que te va a evaluar aunque así pudiera ser. Confianza sin soberbia.
Sé consciente de que vas a recibir críticas y preguntas
No te pongas nervioso porque necesitas tener la mente serena para salir airoso y con mejor nota de esta parte de la exposición que es un paso más de la misma. Tú acudes a defender tu tesis doctoral y tus evaluadores van a asegurarse de que conoces bien aquello que defiendes. Puedes ensayar este punto con compañeros de estudios si tienes confianza o, de nuevo, preguntar a tu tutor si puede dedicarte un rato para esta práctica.
Cuando acudas a defender tu tesis debes recordar que si estás ahí es porque tu tesis y tus conocimientos son más que suficientes para salir airoso. Lleva un pequeño guion y ensaya, ensaya mucho antes de ese día, para no quedarte en blanco. Si esto ocurre, tose y bebe un sorbo de agua para ganar unos segundos y retomar el hilo argumental. Casi todos los grandes oradores lo hacen.
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